04 mayo 2020

Chunky mexicana

Por Pol

Es probable que por esta receta pase a la historia, pero también es probable que no. La considero mi humilde contribución a la gastronomía universal y es el camino donde confluyen los platillos tipo oriental hechos en wok y la mexicanísima manera de guisar casi todo que se llama, muy apropiadamente, 'a la mexicana'.

Como ya he tratado ambas recetas en entradas anteriores de este blog, entraré directo en materia.

Grado de dificultad: Millennial, rinde 4 personas.

Ingredientes:

5-6 jitomates pequeños (Saladet) o 2-3 grandes (Bola)
1 cebolla grande
2-3 chiles verdes (serranos)
Proteína de su elección: bistéc de res, cecina, chuleta ahumada, setas, pollo (previamente cocido) etc., cortada en cuadros medianos (5-6 cms)

Preparación

El chiste de esto es picar todo en trozos grandes, por ejemplo, un jitomate saladet en 4 o 6 cuadritos, y que todo quede mas o menos del mismo tamaño, excepto el chile, ese va más fino para que distribuya lo picante uniformemente.

En el wok hay que cocinar con más aceite del normal, así es que, verter mínimo 3 cucharadas soperas de aceite en un wok precalentado a fuego bajito. Cuando se le agregan los ingredientes, subir a fuego máximo.

Aquí pueden pasar dos cosas:

A) Si la carne no está cocinada, como sería el caso de unos bisteces, se pone a asar PRIMERO la carne, moverla continuamente, antes de que esté completamente hecha (unos dos minutos), agregar la cebolla y el chile, seguir moviendo, dejarlo otros dos minutos, y al final agregar el jitomate, un minuto más, y apagar el fuego. Esto es importante porque el jitomate tiene que quedar a medio cocinar, de lo contrario se hace muy caldoso y no tiene chiste. Agregar sal. Aunque cocinen con poca sal, en las cosas a la mexicana es importante corregir de sal mientras se cocina, porque si le falta, en la mesa se le tiene que poner de más, y eso no está bien.

B ) Si la carne ya está cocida, como en el caso de unas chuletas ahumadas o del pollo, se pone al final, sólo para que se integre a lo demás y tome temperatura.

Lo pueden hacer con la carne que les sobró del asado, por ejemplo y queda de locura porque la carne recupera su textura y humectación.

Se acompaña con frijolitos y arroz, y ¡pum! comida tremenda.

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