Salsa!
La salsa es lo mejor, eso nadie lo duda, se baila, se escucha, y además le da sabor a gran parte de la cocina mexicana. Nos encanta enchilarnos y lo admitimos sin vergüenza, a unos más, a otros menos, pero eso de auto inflingirnos dolor en la lengua es un verdadero placer. Quien diga que enchilado la comida no sabe, no entiende nada y punto, no admito discusión.
Salsas picantes hay muchas, muchísimas y muy variadas, como toda la cocina mexicana, las hay que llevan insectos, incluso las hay que llevan pulque. Yo me quiero enfocar en una muy básica, pero que puede convertirse en el éxito o fracaso de una taquiza: la salsa verde cruda. Parece, y es muy fácil prepararla, pero lo que a continuación van a leer incluye un par de secretos familiares que son la base de una buena salsa verde cruda, así es que les pido que manejen esta información discretamente.
Como siempre en cualquier receta, las cantidades pueden variar, sobre todo en la cantidad de chiles que le vamos a poner, porque, ¿adivinen qué? entre más chiles mas picante. Sabiduría popular. Ustedes pregúntense: ¿cuál es propósito de una salsa? Pues que pique, entonces háganla picosa, si a alguien no le gusta, que le ponga poquita.
Ingredientes:
Para aproximadamente 1/2 litro (no hacer de más porque gran parte del chiste es que la salsa sea del mismo día)
• 1/2 kilo de tomates verdes (escogerlos con cuidado verdes oscuritos, no muy grandes, brillositos, yo me he tardado hasta 10 minutos en escoger medio kilo)
• Entre 7 y 12 chiles serranos (o de árbol verdes, un poco más porque son chiquitos, o cueresmeños, un poco menos porque son más grandes)
• 1/4 de una cebolla mediana.
• 1 manojo pequeño de cilantro (unos dos pesos en el mercado) las puras hojas, nada de ramas (ustedes saben, no se hagan)
• 1 diente de ajo
• Sal (un poco más de un cuarto de cucharada sopera)
Preparación:
Obvio, desinfectar TODO, recordemos que es salsa cruda. Importantísimo mis niños, es el orden en que ponen los ingredientes en la licuadora, ése es el secreto. Poner primero la sal, segundo el ajo, luego un tomatito chiquito (no es brujería, es para que no se fuerce de más la licuadora), después el cilantro, los chiles, la cebolla y al final el resto de los tomates.
Se licua todo. Si vemos que no esta licuando bien, apagar, empujar para abajo los ingredientes, prender nuevamente, y así hasta que todo se licué. Importante, no licuar de más, cuando todos los ingredientes se incorporen (cuando todo dé vueltas) dejar dos segundos licuando y luego apagar, así tendrá consistencia como de molcajete, si alguna cosa no se licuó bien, no importa, le da más realismo.
Pare terminar. Se puede picar un poco de cebolla y cilantro y ponérselo revolviendo todo. Y ya poniéndose muy finos, agregarle aguacate, en ese caso la salsa no se puede guardar pues se hace fea.
Por último, bajo ninguna circunstancia agregar agua a la hora de licuar, eso es de amateurs y se nota en el resultado.