Por Alicia Bonfil
Una de las recetas clásicas en mi familia materna, utilizada para matar el hambre en baby showers, despedidas de soltera y alguna que otra cena de fin de año. De las favoritas de mi mamá y tías, por sencilla y lucidora.
Ingredientes (para un refractario rectangular grande):
La pasta
- 400 g de codito (el codito puede ser mediano o grande, - no chico - rayado o liso, según preferencia)
- 1 cc del aceite de tu preferencia
- Un trozo de cebolla
- Un diente de ajo
- Hierbas de olor (laurel, tomillo, mejorana)
- Una pimienta gorda
- Sal de grano al gusto
La salsa
- 300 ml de crema
- 2 chiles poblanos pelados y desvenados, o una lata de 220 g
- Un chorrito de leche (al gusto)
- Cebolla en polvo (al gusto)
- Ajo en polvo (al gusto)
- Sal y pimienta blanca (al gusto)
- 300 g de camarón de pacotilla
- Una cucharada de Mantequilla
- Queso gouda, Chihuahua, mozzarella, manchego o parmesano (o cualquier combinación de estos) rallado, al gusto.
Preparación:
El codito se cuece en una olla con suficiente agua, a la cual se le agrega la cucharadita de aceite (para que no se pegue), la cebolla, el ajo, la pimienta y las hierbas de olor. Debe quedar al dente.
Se engrasa el refractario con mantequilla.
En la licuadora, mezclar los chiles, la crema, la leche, ajo y cebolla en polvo, sal y pimienta.
Se vacía en el refractario - ya engrasado - el codito, cocido y, teniendo cuidado de quitar los condimentos con los que se coció. Se integran ahí los camarones. Sobre esto se vierte la salsa (que debe quedar espesa, pero no dura), procurando cubrirlo todo, y al final se cubre todo con el queso rallado.
Se mete al horno, previamente caliente, a 200º durante 20-30 minutos, hasta que el queso gratine y la salsa hierva.
Ahí me cuentan qué tal les quedó.
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