20 febrero 2012

Tortitas de espinaca en salsa verde

Por Lety

La frecuencia con la que escribo en el blog es directamente proporcional a la cantidad de trabajo que tengo, con lo cual se pueden dar cuenta que llevo un mes en friega, pero aún así he cocinado algunas cosas, de las cuales les comparto esta receta de mi madre (con sus tips).

Para cuatro porciones

Ingredientes:

- 1 manojo grande de espinacas frescas, bien lavadas y desinfectadas
- Dos huevos
- 1/4 de queso oaxaca
- Aceite
- Un poco de harina

Para la salsa verde:
- 1/2 kilo de tomate verde
- Chiles verdes al gusto
- 1/2 cebolla
- Aceite

Cómo se preparan:

Comenzamos por escurrir muy bien las espinacas y dejarlas secar, quitarles las raíces y cortarlas en pedazos pequeños, desmenuzar el queso y mezclarlo con las espinacas en un recipiente grande, agregar un puñito de harina, sólo para que queden espolvoreadas.

En otro recipiente, separar las claras. Las yemas se deben guardar por separado durante un momento.

Sí, sí es lo que están pensando, esta receta es un capeado, para lo cual las claras se levantan al punto de turrón, según el grado de experiencia, de la siguiente forma:

Inexpertos: Mejor utilizar una batidora eléctrica.
Principiantes e intermedios: Con uno de esos implementos de metal especiales para batir huevo.
Expertos grado mamá o abuelita: Con tenedor.

Una vez que las claras están esponjadas y que al voltear el recipiente no se caen (Sí, lo leyeron bien, la prueba máxima de que están a punto de turrón es voltear el recipiente y que la mezcla no se desprenda), se espolvorean con un poco más de harina y se agregan las yemas, las cuales se deben mezclar de forma envolvente y con cuidado.

Agregar el huevo al recipiente con las espinacas y el queso, y en caso de que lo consideren necesario, un poco de sal.

En un sartén colocar abundante aceite, sí, mucho. Paradojas de la vida, entre más aceite tenga el sartén y más caliente esté, las tortitas absorberán menos grasa.

Ahora el paso crucial: freír las tortitas. Si no se sienten muy seguros en esto háganse acompañar de alguien más experto que ustedes.

Con una cuchara se toma parte de la mezcla y se pone en el sartén, se dora por un lado y luego por el otro y así sucesivamente hasta acabar la mezcla, se pueden hacer varias tortitas a la vez, dependerá del tamaño de su sartén.

En un refractario, plato o molde colocar  papel absorbente o servilletas para ir poniendo las tortitas que ya estén listas.

Ahora la salsa. Claro, si son hábiles lo pueden hacer al mismo tiempo que lo anterior, pero si no, entonces ahora ya que terminamos los pasos anteriores y apagamos la lumbre, podemos comenzar con este paso.

Se hierven los tomates y los chiles hasta que cambien del color verde brillante que tienen a un verde oscuro. Se licúan con la media cebolla y sal al gusto. En una cacerola se calientan unas dos cucharadas de aceite y se fríe la salsa.

Están listos, las tortitas se pueden "ahogar" en la salsa, o seguir el consejo de mi mamá, si las van a usar en la semana no las coloquen sino hasta el día que las consuman, entonces las precalientan en un horno eléctrico o en un sartén y soltarán mucha de la grasa que aún les quedó.

Ideales para acompañarse con arroz blanco, y si como dicen algunos, le falta proteína, pueden agregar una pechuga de pollo o bistec asado a un costado.

Inténtenlas, son más fáciles de hacer que lo que se lee.

Me cuentan...